viernes, 11 de mayo de 2012

EL EFECTO ESPECTADOR O SÍNDROME GENOVESE

Catherine Susan Genovese, más conocida como Kitty Genovese contaba con 28 años el 31 de marzo de de 1964, día en el que tristemente se hizo famosa. Sobre las 3 de la madrugada, recién acabado su turno de trabajo en uno de los bares de Manhatan se dirigió en coche a su casa en el popular condado de Queens. Se apeó y acto seguido un desconocido se abalanzó sobre ella acuchillándola dos veces.


Kitty, nada más recibir la primera agresión por parte de Winston Moseley, comenzó a pedir socorro y a implorar auxilio a los vecinos de los bloques circundantes quienes comenzaron a salir a las ventanas al oir los alaridos. Sólo uno de ellos gritó: ¡Deje en paz a esa muchacha! En ese momento Moseley se refugió en un callejón cercano para evitar ser identificado, dejando a Kitty malherida en el suelo con sus gritos.
Durante el cuarto de hora siguiente a la agresión, y mientras Moseley estaba escondido en el callejón, ningún vecino bajo a la calle a socorrerla.. Según relataron los vecinos tras la posterior investigación, Kitty no paró de gritar, ¡Me muero! ¡Me muero!.
No se pudo hacer nada para salvar la vida de Kitty; murió en la ambulancia que la llevaba al hospital. El examen psiquiátrico de Moseley demostró que era un necrófilo. Fue condenado a pena de muerte por asesinato. Desde prisión concedió varias entrevistas convirtiéndose casi en una estrella mediática por todo el revuelo que levantó el caso en la sociedad estadounidense.

Este caso fue estudiado por varios investigadores en psicología. La falta de reacción de los vecinos fue denominado por estos especialistas como efecto de difusión de la responsabilidad o Efecto espectador, aunque ha pasado a ser más conocido como Síndrome Genovese. Quizás el análisis más importante sobre este hecho fue el llevado a cabo por los doctores John Darley y Bibb Latané, quienes llegaron a la conclusión de que "contrariamente a las expectativas comunes, a mayor número de espectadores observando a alguien en peligro, menor es la probabilidad de que alguien asuma la responsabilidad de dar el primer paso para ayudar a esa persona". Las razones aportadas para llegar a estas conclusiones incluyen el hecho de que los espectadores ven que otros no están ayudando tampoco, que creen que alguien habrá mas cualificado para ayudar, y que se sienten inseguros sobre cómo ayudar, mientras otros están mirando.